19 abr 2010

La casa, la verdadera protagonista




La casa del Museo Roca es el lugar ideal para realizar dentro del marco del bicentenario, una experiencia cultural en abril del 2010, en red con el Rojas donde trabajo en el campo de estudios de performance desde hace 22 años.

La obra de Cortázar como metáfora de la búsqueda, la apertura y la libertad humana, sirve de vínculo para la creación de una nueva performance universitaria. La imagen icónica de los personajes de Cortazar genera en el espacio performático transformaciones y combinaciones en contínuo movimiento. Y por eso su poética nos introduce, junto a la instantaneidad y simultaneidad, la propuesta de innumerables puntos de vista y complejas significaciones. El proceso de transformación, de metamorfosis, de mutación y de cambio que viven los personajes en su creación literaria, incluyen sus reflexiones sobre la literatura, el mundo, su posición política, la ironía y la parodia, sus lecturas, sus descubrimientos por analogías, su pasión por el jazz y su sentido del humor. Por eso elijo a Cortázar quien consideraba el humor como un arma central del ser humano, "visión en que las cosas dejan de tener sus funciones establecidas para asumir muchas veces funciones diferentes, funciones inventadas". La lectura no lineal de los cuentos de Cortazar, donde el lector elige sus propias rutas de pensamiento, proponen una escritura subversiva, propia de una postura de vanguardia, y es junto con Borges, la contracultura en la literatura del Siglo XX .

Con la poética de Borges hice una experiencia performática en el Museo Etnográfico.
A partir de ese año, los museos, fueron algunos de los espacios elegidos para realizar estas intervenciones en lugares que por su costrucción arquitectónica, resuelve el problema histórico escenográfico, y convierte a estos eventos en “otras realidades” donde lo ficcional está permanentemente bordeando lo real.


Este trabajo con la poética de Cortazar comenzó como un proceso en el CCRojas/UBA donde trabajo desde hace 22 años en el emergente campo de los estudios de performance. “Artefactos” que así llamamos a esa performance se dió una sola vez en el teatro del Rojas. Fue tan interesante la repuesta del público que decidimos continuar, buscando el lugar ideal: una casa, para realizar la performance.

Susana Rivero

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